¿Cómo fomentar el apego con el niño?

Nuestro hijo acaba de llegar a casa y nosotros queremos que sea uno más en la familia, pero no debemos olvidar que asimilar un cambio tan radical no es fácil para ningún niño.Nuestra labor consiste en ayudar al pequeño en esta etapa y darle nuestro cariño, pero sin presionarle ni agobiarle. No tenemos prisa, el pequeño necesita adaptarse a una nueva vida y tiene que aprender muchas cosas. Para eso, tiene que sentirse seguro y querido con su nueva familia. Tenemos que intentar que vaya asimilando poco a poco la nueva realidad en la que vive.
Las rutinas estrictas y los horarios fijos son de gran ayuda en esta etapa de transición. Saber qué va a pasar a continuación (y ver que así ocurre) hace que los niños se relajen y aumenta su seguridad.
Los pequeños rituales cotidianos también son muy importantes porque les dan la posibilidad de percibir el mundo como algo ordenado, previsible y tranquilizador.

Crear lazos de unión

No debemos olvidar que en el momento de la adopción somos verdaderos desconocidos para los niños. A diferencia de lo que sucede en con los hijos biológicos, nos hemos perdido la primera etapa de la vida del pequeño, en la que se establece una relación de confianza entre padres e hijos.
* Vincularse con los pequeños es un trabajo que requiere tiempo y constancia. Nuestros hijos necesitarán tiempo para entender que de verdad les queremos y que no vamos a abandonarles. Puede que sus experiencias previas no hayan sido felices y necesitarán probarnos una y mil veces para cerciorarse de que nuestro amor no es algo temporal y entender que puede confiar en nosotros.

*Es importante que le digamos a nuestro hijo muchas veces lo mucho que le queremos con explicaciones sencillas adecuadas a su edad: “Como somos tus padres, nuestro trabajo es cuidarte hasta que seas mayor”, “Siempre te voy a querer y nunca me separaré de ti”.
*Hay que compartir mucho tiempo con el niño. Son especialmente interesantes todas las actividades que fomenten el contacto visual y físico de una forma agradable y placentera.
*Los juegos, las caricias y la satisfacción de sus necesidades son la base para la creación de un vínculo. Por eso, es fundamental que seamos los padres los únicos que alimentemos, bañemos y consolemos al niño.